A pesar que hay al menos una librería en los centros comerciales del país, de los festivales culturales y las ventas de libros, desde 2015 hasta febrero de 2024, la población lectora en México disminuyó 14.6%.
El tiempo promedio por sesión de lectura a nivel nacional fue de 41 minutos. Ni siquiera se logra leer al menos una hora en promedio cada día. Esto dio como resultado que la población lectora de libros leyera en promedio 3.2 ejemplares al año.
El descenso de la población lectora se pronunció más entre los hombres, cuyo indicador pasó de 86.7 % en 2015 a 69.9 % en 2024. En el caso de las mujeres, disminuyó de 81.9 a 69.3%, de acuerdo con los datos del Módulo sobre lectura presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El 69.6% de la población alfabeta de 18 años declaró haber leído libros, revistas, periódicos, cómics, páginas de Internet, foros o blogs.
Los libros continúan siendo el objeto más leido con el 41.8%, luego las páginas de internet con 39.4%, las revistas 21.7%, los periódicos con 17.8% y las historietas cayeron al 4.6%.
Entre 2015 y 2024, el mayor aumento de la brecha en el porcentaje de población lectora se dio en el grupo de 45 a 54 años, con 20.1 puntos porcentuales. Por su parte, el grupo de 18 a 24 años fue el que presentó el menor aumento de la brecha, con 6.5%.
En comparación con los datos de 2015, las revistas y periódicos tuvieron la mayor disminución: de 25.5% en el caso de revistas, y de 31.6% en la categoría de periódicos. Esta tendencia se mantiene en sintonía con la disminución del tiraje en los medios de comunicación, quienes han optado por darle mayor importancia a su presencia en el área digital.
Basta recordar que pese a que existe un furor por las reciente reediciones de Cien años de soledad del colombiano Gabriel García Márquez debido a la serie que Netflix estrenará este año, o el último libro del presidente Andrés Manuel López Obrador, la tendencia lectora en el país es cada vez más acentudada.
Aunque el Inegi intentó minimizar el hecho asegurando que «no obstante, respecto al dato de 2023 se observa un ligero aumento de 1.1 puntos porcentuales».
Un año antes de la pandemia el indicador se ubicó en 72.4%, pese a que durante el confinamiento existó un auge por los clubs de lectura en formato virtual.
Esto se concordante con que el mayor número de libros leídos por lo mexicanos en un año se ubicó en 2022, con 3.9 libros en promedio.
La esperanza de los jóvenes lectores
Pese a que los indicadores reflejan que la lectura va a la baja, existe una posibilidad de crecimiento al menos en los nuevos lectores, pues la n la lectura de libros se observó un incremento de casi nueve puntos porcentuales en el grupo de 25 a 34 años.
Aunque hubo una reducción de casi siete puntos porcentuales en el grupo de 55 a 64 años.
Lectura gratuita
El acceso gratuito a materiales de lectura aumentó de 55.6 % en 2015 a 66.7 % en 2024. Asimismo, 74.7% de los lectores de revistas accedió a ellas sin costo; en 2015 el porcentaje fue de 49.8%. Finalmente, 56.3% de los lectores de periódicos tuvo acceso gratuito en 2024 en comparación con 41.2 % en 2015.
Aunque el Inegi no detalla más datos sobre este fenómeno, existe un aumento por las ediciones digitales libre de los periódicos y revistas en chats de Whatsapp y canales de Telegram, lo que impacta en el mundo periodístico y a su vez en la rentabilidad y viabilidad de las empresas editoriales. Irónicamente, donde más se difunden estos Pdf´s, son principalmente en los grupos que usan reporteros, comunicadores y autoridades de comunicación social.
Proceso documentó que tan sólo la distribución ilegal de su edición semanal llegó a cuantificar más de 400 millones de contenidos distribuidos en los últimos 10 años. Y como se apuntó en su momento, «en esa distribución ilegal han participado oficinas gubernamentales y empresas privadas; incluso, el sector académico y particulares».
No obstante, los periódicos no es lo único que circula de forma ilegal, existen también canales de Telegram dedicados a mandar libros y cómics, tanto en ediciones en español como en inglés.
Pese a ello, los datos arrojan que la formación de los padres, madres y tutores continúa siendo el de mayor impacto para la infancia lectora, pues ver leyendo a un adulto provocó un interés de 51% y la existencia de una biblioteca en casa representó el 58.1%.