Elecciones de 2024 en México podrían detonar violentos reacomodos criminales

El panorama criminal de México, cada vez más diverso y horizontal, podría entrar en un periodo de agitación violenta a raíz de los cambios políticos derivados de las elecciones federales previstas para junio de 2024, según un informe que se publicará próximamente.

Es mucho lo que está en juego en las elecciones de este año. Los votantes no solo elegirán a un nuevo presidente, sino también a los 500 miembros del Congreso, los 128 senadores, varios gobernadores y representantes legislativos estatales. Los candidatos elegidos también serán los primeros en poder presentarse a la reelección en el futuro.

Gráfico del Instituto Baker de la Universidad Rice

Los grupos criminales mexicanos han recurrido a menudo a la violencia selectiva para garantizar su capital político y proteger sus operaciones.

“La violencia será mayor donde los candidatos en funciones sean más débiles y tengan más probabilidades de ser desbancados, ya que los cambios de poder entre los partidos políticos interrumpen los acuerdos político-criminales existentes”, señala el informe Perspectivas de México para 2024 del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice.

En particular, el informe sugiere que las recientes detenciones de importantes miembros del Cartel de Sinaloa y del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a finales de 2023 pueden provocar estallidos de violencia, ya que los grupos rivales intentan beneficiarse de lo que perciben como vulnerabilidad en estos grupos.

Sin embargo, se espera que ambos grupos sigan dominando el mapa criminal de México, quizá con la ayuda de demostraciones estratégicas de violencia política. A lo largo de este ciclo electoral, el informe prevé que “aumentarán los asesinatos políticos y las amenazas contra candidatos para que se retiren de las elecciones, como vimos en 2018.”

El Cartel de Sinaloa, el CJNG y muchos de los cientos de grupos criminales que operan en el país se verán favorecidos por las ganancias continuas del tráfico de drogas sintéticas y los flujos migratorios, que los autores del informe predicen que se mantendrán estables o incluso aumentarán, alimentando aún más la violencia.

Análisis de InSight Crime

Los cambios en el poder político suelen ir acompañados de violencia a medida que los grupos criminales y los funcionarios electos negocian nuevos acuerdos de trabajo, pero la naturaleza del actual panorama criminal de México sugiere que este tipo de reconfiguración puede ser particularmente brutal en 2024.

“La nueva estructura del crimen organizado en México y la multiplicidad de actividades en las que participan hace que sea más probable que exista una grave violencia política con un alto grado de impunidad”, dijo a InSight Crime Tony Payan, director del Centro para Estados Unidos y México del Instituto Baker.

Hay una larga historia de violencia política en México. Entre 2018 y 2022, un estudio del Proyecto de Datos sobre Localización y Eventos de Conflictos Armados (Armed Conflict Location and Event Data Project, ACLED) registró más de 1.000 incidentes violentos contra funcionarios de gobiernos locales. Tan solo en las dos primeras semanas de 2024, varios candidatos han sido asesinados, entre ellos un candidato a presidente municipal en Chiapas y un aspirante a alcalde en Colima.

Pero el crimen organizado en México ha experimentado una profunda transformación en los últimos años. El panorama criminal ha pasado de estar conformado por serie de organizaciones jerárquicas con una estructura vertical a redes más horizontales que gestionan múltiples células que actúan en todo el país, según Payán.

“Cuando se ataca a una célula concreta, esa célula puede reconstituirse muy, muy rápidamente o ser ocupada por una célula adyacente”, añadió.

La multitud de células delictivas presentes en todo México tienen cada una sus propios intereses políticos y ahora se dedican también a una gama mucho más amplia de delitos. Esto se extiende más allá del narcotráfico para incluir la extorsión, el robo de combustible y los secuestros extorsivos, que ahora son los pilares de muchos grupos de delincuencia organizada.

Sin embargo, hay una dinámica que ha proporcionado un auge en los ingresos y una mayor estabilidad financiera a un número creciente de estos grupos: la migración. Hoy en día, los grupos delictivos mexicanos están más implicados que nunca en el tráfico de migrantes y se benefician de los flujos migratorios a través de la extorsión y el secuestro.

La corrupción es esencial para cualquiera de estos delitos. Atacar a los candidatos políticos en este ciclo electoral ayudaría a los grupos criminales a asegurarse de tener la protección oficial necesaria para operar sin obstáculos.

“Todo lo que añada recursos a los grupos delictivos, todo lo que aumente su capacidad para comprar armas, sin duda alimentará su voluntad y su posible deseo de perjudicar a los candidatos”, dijo Payan a InSight Crime.

Con información de boletín InSight Crime