La NASA planea construir casas, carreteras y laboratorios en la luna en menos de 20 años

En la mitología griega, Artemis es la diosa hermana gemela del dios Apolo. No es casualidad que la NASA haya nombrado así a este nuevo programa espacial.

El programa Artemis pretende abrir una nueva fase de investigación y exploración de la luna, un programa hermano gemelo, del archiconocido programa Apolo, que a mediados del siglo XX llevó al ser humano por primera vez al satélite. El programa Artemis se inició oficialmente en 2017 y consiste en una serie de misiones con objetivos muy variados que se irán completando en varios años.

Entre los objetivos a largo plazo del programa Artemis también se encuentra establecer una base lunar permanente. Para ello, quieren hacer construcciones allí, en la propia luna y con materiales encontrados en el satélite y no llevados desde la tierra.

Para conseguirlo, la agencia norteamericana se ha asociado con ICON, una empresa de Texas que se dedica a fabricar casas con tecnología 3D. La NASA quiere que esta empresa adapte su tecnología, que de momento utiliza aquí en la tierra, para poderse usar en el espacio.

Las casas en 3D se construyen con unas impresoras 3D de gran formato. Estas máquinas consisten en una estructura que permite a una boquilla moverse por el terreno, depositando capas de cemento por el perímetro del edificio, empezando por una primera capa en el suelo y depositando una encima de otra hasta completar la estructura.

Normalmente, el tamaño de estas construcciones está limitado por el ancho y el alto de la máquina, pero no tienen límites de longitud, porque la máquina se puede desplazar al menos en un eje.

Las fases de construcción de vida en la luna

Las bases construidas en la luna con tecnología de impresión 3D, es el plan a largo plazo. Al principio, las primeras bases que se construyan en la luna serán relativamente sencillas. El investigador en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), Miguel Más Hesse, asegura que «las primeras bases serán como las estaciones espaciales, con un módulo presurizado depositado sobre la superficie de la luna en el cual puedan permanecer los astronautas por periodos de varios meses».

Más adelante, la intención es construir bases más estables y empezando a aprovechar materiales encontrados en la luna, ya que enviar material desde la tierra resulta muy caro. «En una fase siguiente, se piensa utilizar estructuras hinchables, que estarán cubiertas con más de medio metro de regolito (las piedras encontradas en la superficie lunar), de manera que protejan a estas estructuras de los micrometeoritos y de la radiación», comenta Más Hesse.

Después sí que se enviarán las máquinas de impresión 3D de gran formato, para la construcción de estructuras sólidas como plataformas de alunizaje y despegue o edificaciones para la habitabilidad de los astronautas. Estas máquinas, en vez de funcionar con cemento como en la tierra, funcionarán a base de regolito fundido, que tendrán la capacidad de ser muy sólidas y muy protectoras.

Construir estas bases va a ser un proceso muy complicado y muy diferente a como se hace aquí en la tierra, puesto que las condiciones ambientales en la luna, según el investigador, son muy difíciles. «Los mayores problemas que se van a encontrar van a ser el vacío, algo que ya sabemos resolver de una manera similar a como se hace en una estación espacial, los efectos de la radiación, los micrometeoritos y, sobre todo, el polvo lunar, que es muy abrasivo y es capaz de estropear o destruir cualquier mecanismo que se ponga allí sin protección», comenta.

«No sabemos todavía la cantidad de energía que hará falta»

Los astronautas en las bases y edificios podrán vivir sin traje, pero para las misiones en el exterior lunar, tendrán que llevar los trajes que les permiten, entre otras cosas, respirar. A estos retos se suma la búsqueda de agua. «Se sabe que en las zonas polares de la luna existe agua sólida y, además, parte del regolito lunar está compuesto por agua. Es técnicamente factible obtener agua allí mismo, pero no sabemos todavía la cantidad de energía que hará falta ni la tecnología que habrá que montar allí para su extracción», explica.

Con todos estos retos a los que se enfrenta la ciencia para «conquistar» el astro, los primeros pobladores de la luna serán científicos. El investigador del Centro de Astrobiología explica que estas bases funcionarán al principio de manera parecida a como funcionan las bases de la Antártida. Los investigadores pasarán varios meses aislados en la luna y no se espera que, de momento, estén por allí por períodos muy prolongados de varios años.

En cualquier caso, aún habrá que esperar varios años para ver estas construcciones en la luna. El programa Artemis solo ha completado de momento un primer viaje que ha consistido en dar una vuelta a la luna con un cohete vacío. El siguiente viaje programado, que será como pronto el año que viene, llevará a cuatro astronautas dentro del cohete para hacer lo mismo, dar una vuelta a la luna y volver. Y ya en el tercer viaje, los astronautas pisarán, por fin, el suelo lunar. También está planeado, por ejemplo, la creación de una estación espacial lunar que orbite la luna de manera permanente. Para los edificios lunares aún no hay fecha, pero se espera que se construyan antes de 2040.

Con información de Cadena SER