En los últimos días, el llamado Registro Nacional de Infieles (RNI) se convirtió en una de las tendencias más virales del país, luego de que miles de usuarios buscaron la plataforma para verificar si su nombre —o el de alguna pareja, ex o pretendiente— aparecía dentro del sitio. La expectación creció tanto que la página terminó colapsando y dejó de funcionar, lo que incrementó aún más la conversación alrededor del fenómeno.
¿Qué es el Registro Nacional de Infieles?
A pesar de su nombre, el Registro Nacional de Infieles no es una base de datos oficial, ni pertenece a ninguna institución del gobierno mexicano. En realidad, se trata de una plataforma digital anónima y colaborativa donde usuarios de distintos países comparten relatos de supuestas infidelidades, narrados con iniciales, edades aproximadas y descripciones breves.
La idea nació fuera de México, inspirada en listas virales creadas en Perú y otros países sudamericanos. Con el tiempo, el concepto evolucionó hacia un portal que permitió subir historias de manera masiva, y cuya popularidad cruzó fronteras hasta consolidarse como uno de los temas más comentados en la región.

Cómo funcionaba
El sitio permitía a cualquier usuario enviar una “anécdota” de infidelidad.
No verificaba identidades ni solicitaba documentos oficiales; simplemente publicaba testimonios bajo el argumento de que se trataba de contenido anónimo y de entretenimiento, dirigido a mayores de 18 años.
La plataforma presentaba miles de relatos y aseguraba contar con aportaciones de distintos países, entre ellos México, Colombia, Chile y Ecuador. En territorio mexicano, la Ciudad de México y otros estados aparecían frecuentemente en los reportes enviados por usuarios.
Por qué surgió tanta controversia
El RNI generó críticas por varios motivos:
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Riesgos de privacidad: aunque no mostraba nombres completos, muchos especialistas advirtieron que el formato podía llevar a identificar personas mediante detalles específicos.
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Posible difamación: los relatos no tenían ningún tipo de verificación, por lo que cualquier usuario podía publicar acusaciones sin comprobar.
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Impacto emocional y social: el fenómeno provocó ansiedad, búsquedas masivas de nombres y comportamientos obsesivos de verificación entre parejas.
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Alcance internacional: pese a ser un sitio anónimo, llegó a influir en la conversación pública en varios países.
La caída del sitio
El 4 de diciembre la plataforma dejó de estar disponible.
Aunque en redes sociales circularon versiones que aseguraban que habría sido “tumbaron” la página por ser ilegal, las revisiones técnicas sugirieron que el problema obedeció a una falla interna del servidor, posiblemente causada por el exceso de tráfico debido al viral reciente.
Hasta ahora no hay confirmación de un operativo legal o intervención oficial.
La caída coincidió con el momento de mayor atención pública, lo que aumentó las especulaciones y convirtió al RNI en un fenómeno aún más comentado.
Un fenómeno que abrió debate
La discusión generada por el llamado Registro Nacional de Infieles dejó varias preguntas sobre los límites de la privacidad digital, la viralización de rumores y la facilidad con que plataformas anónimas pueden influir en relaciones personales.
Aunque el sitio dejó de funcionar, el tema sigue presente en la conversación pública y ha mostrado cómo las redes pueden amplificar listas, denuncias y tendencias que combinan entretenimiento, curiosidad y polémica en cuestión de horas.
Las mexicanas no se quedaron atrás y dijeron, “Comper, bebés”. Una página, no un Excel, no, un site. Llamado RNI- Red de anécdotas de infieles. Aunque ya la tumbaron, hay mucho mucho screenshots 🍿✨ https://t.co/n8L29JWBBE pic.twitter.com/MARTSyW0e0
— Meredith Gay 🛋️✨ (@MerGarza) December 3, 2025



