México está en riesgo de perder una de sus ubicaciones satelitales

Desde marzo del año pasado se suspendió el satélite Satmex 7, lo que llevó a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) a establecer como fecha límite el año 2027 para que México reinicie operaciones satelitales en esa posición. De no hacerlo, el país perderá la posición geoestacionaria, es decir, el espacio en órbita donde gobiernos y empresas pueden ubicar este tipo de satélites.

El Satmex 7 era operado por la empresa francesa Eutelsat bajo el permiso del concesionario Satélites Mexicanos. Su objetivo era proporcionar servicios de video, datos, comunicación gubernamental y móvil para el continente americano.

Sin embargo, en abril de 2024, Satélites Mexicanos notificó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) que el satélite cesó operaciones debido a una anomalía detectada el 31 de enero de 2024, sin detallar la naturaleza del desperfecto.

“La empresa presentó ante el Instituto el correspondiente reporte de falla y solicitó aprobar la desorbitación del satélite que ocupa la Posición Orbital Geoestacionaria (POG) 113.0° Longitud Oeste asignada al país”, señaló el IFT en un comunicado.

Desde entonces, no se ha informado sobre la situación actual de ese satélite ni de la posición geoestacionaria 115° Oeste que también ocupaba el Satmex 7.

Carlos Alejandro Merchán, representante de la Academia Mexicana de Ingeniería, advirtió que durante la Junta del Reglamento de Radiocomunicaciones de la UIT, celebrada en noviembre pasado, se ratificó que México tiene hasta el 25 de marzo de 2027 para colocar un nuevo satélite en dicha posición.

“Si no se actúa de forma oportuna, es muy probable que en el mediano plazo perdamos esta posición orbital y, posteriormente, otras tres más que tanto trabajo costó conseguir”, lamentó Merchán durante un conversatorio sobre la nueva Ley de Telecomunicaciones.

¿Qué implica perder una ubicación satelital?

Perder una posición geoestacionaria dificultaría mantener servicios de televisión, radio y conectividad, ya que estas posiciones son clave para recibir señales estables. Además, se vería afectada la capacidad de lanzar satélites de observación, investigación o meteorología, fundamentales para la prevención de desastres naturales y el combate al cambio climático.

Actualmente, México cuenta con siete satélites, dos de ellos operados por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), pero aún depende en gran medida de los datos proporcionados por empresas privadas extranjeras. Si se pierde una ubicación satelital, sería aún más difícil para el país reducir esta dependencia.

Este es un problema serio. Según especialistas, la información satelital enviada por empresas estadounidenses a México suele estar editada o simplemente no se comparte cuando se considera sensible para sus intereses nacionales. Por ello, se ha insistido en la necesidad de impulsar un sistema satelital nacional, particularmente por razones de soberanía.

La UIT es el organismo responsable de regular y gestionar internacionalmente las posiciones geoestacionarias y el espectro radioeléctrico. Pero actualmente, el espacio en órbita está saturado debido al auge de lanzamientos satelitales y a tensiones geopolíticas. Si México pierde su ubicación, sería muy difícil recuperarla o acceder a una nueva.

Estos espacios son codiciados por gobiernos y empresas que buscan desarrollar proyectos relacionados con cambio climático, agricultura, telecomunicaciones o seguridad.

“Si estamos hablando de la posible pérdida de las posiciones orbitales mexicanas, es porque existen intereses importantes de otros países e instituciones por ocuparlas, mientras que en México aún dudamos si debemos defenderlas”, advirtió Merchán.

Política satelital y la nueva Ley de Telecomunicaciones

Merchán señaló que la propuesta de nueva Ley de Telecomunicaciones no menciona la conservación de las posiciones orbitales, aunque sí contempla reservarlas para el Estado.

Por ello, pidió a la Cámara de Diputados que se incluya un artículo transitorio que obligue al Ejecutivo Federal y a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) a informar periódicamente al Poder Legislativo sobre el estado de las posiciones geoestacionarias asignadas a México.

Javier Corral, presidente de la Comisión de Justicia del Senado y moderador del conversatorio, coincidió en la urgencia del tema. Aseguró que solicitará a José Merino, titular de la ATDT, un informe sobre el estatus de las posiciones orbitales.

Por su parte, Merino aseguró en una conferencia junto a la mandataria Claudia Sheinbaum que el dictamen incluirá medidas para evitar la pérdida de estas posiciones orbitales, aunque no ofreció mayores detalles.

El gobierno de Sheinbaum planea lanzar un nuevo satélite para llevar internet a zonas remotas del país, lo que podría ser la solución para conservar la posición satelital que ocupaba el Satmex 7.