Joe Biden «de ninguna manera» se retirará de la carrera por la Casa Blanca, dijo su portavoz el miércoles, mientras aumenta la presión sobre el presidente luego de su desastrosa actuación en el debate contra Donald Trump.
El pánico se ha apoderado de los demócratas tras el debate televisivo de la semana pasada, y los rumores internos sobre encontrar un candidato sustituto antes de las elecciones de noviembre se han visto amplificados por las encuestas que muestran que Trump amplía su ventaja.
El New York Times y la CNN informaron que Biden, de 81 años, había reconocido ante un aliado clave que su candidatura a la reelección estaba en juego si no lograba asegurar rápidamente al público que todavía estaba a la altura del cargo.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, rechazó esos informes de plano e insistió en que Biden no tiene intención de retirarse.
«El presidente tiene las ideas claras y seguirá en la carrera», dijo a los periodistas.
En una llamada con personal de campaña y del partido, Biden insistió en que no iría a ninguna parte.
«Estoy en esta carrera hasta el final y vamos a ganar porque cuando los demócratas nos unimos, siempre ganamos. Así como vencimos a Donald Trump en 2020, vamos a volver a vencerlo en 2024», dijo, según una fuente cercana a la campaña.
Repitió ese mensaje en una reunión de emergencia en la Casa Blanca con gobernadores demócratas, quienes prometieron su continuo apoyo, dijeron los asistentes después.
«Mientras el presidente continuaba diciéndonos y mostrándonos que estaba totalmente comprometido… dijimos que lo apoyaríamos», dijo a los periodistas el gobernador de Maryland, Wes Moore, considerado una estrella en ascenso y un potencial futuro candidato presidencial, junto a Tim Walz de Minnesota y Kathy Hochul de Nueva York.
Walz dijo que Biden estaba «apto para servir».
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, quien también asistió a la reunión y es vista como una de las principales opciones para reemplazar a Biden si éste se retira, dijo en X que él «es nuestro candidato».
«Él está aquí para ganar y yo lo apoyo», añadió.
Biden ha admitido repetidamente que tuvo un mal desempeño en el debate y fue franco en una entrevista de radio grabada el miércoles con Civic Media de Wisconsin.
«Me equivoqué. Cometí un error. Son 90 minutos en el escenario. Mira lo que he hecho en 3,5 años», dijo.
– Consecuencias –
La campaña de Biden ha estado desesperada por tranquilizar a los donantes y votantes demócratas de que la actuación del presidente contra Trump fue un hecho aislado y no un golpe fatal a sus esperanzas de un segundo mandato.
Pero los líderes del partido han expresado su desconcierto por lo que consideran una evasiva y excusas por parte del presidente y sus ayudantes.
La preocupación se vio agravada por una encuesta del New York Times realizada después del debate que mostró a Trump con su mayor ventaja sobre Biden: 49 por ciento contra 43 por ciento de los posibles votantes.
No fue hasta el miércoles, seis días después del debate, que Biden completó una ronda de llamadas con los líderes demócratas del Congreso, y los miembros del personal también expresaron su consternación por el lento ritmo del acercamiento.
«Estamos llegando al punto en el que puede que no haya sido el debate lo que lo perjudicó, sino las consecuencias de cómo lo manejaron», dijo un alto funcionario demócrata al medio político de Washington Axios.
La capacidad de Biden para pensar con rapidez podría verse puesta a prueba cuando se siente con ABC News el viernes para su primera entrevista televisiva desde el debate, y también visitará los estados clave de Wisconsin y Pensilvania en los próximos días.
– ‘Más preocupante’ –
El presidente ha citado la fatiga como una nueva explicación de su pobre actuación en el debate, diciendo que no fue prudente viajar «alrededor del mundo un par de veces» antes del debate.
Pero había regresado a Estados Unidos hacía casi dos semanas y pasó dos días descansando y seis días preparándose antes del debate.
Los legisladores demócratas han comenzado a expresar públicamente sus dudas. El congresista de Arizona Raúl Grijalva se convirtió en el segundo demócrata en funciones en pedirle a Biden que se retire.
«Si él es el candidato, lo voy a apoyar, pero creo que esta es una oportunidad para mirar hacia otra parte», dijo Grijalva, según el Times.
En la calle donde creció el presidente en Scranton, Pensilvania, había simpatía por Biden, pero ningún cartel de campaña para ninguno de los candidatos.
«Me sentí avergonzado por él. Sentí que no se sentía bien y que probablemente no debería haber subido al escenario», dijo Jamie Hayes, de 73 años.
Con información de AFP



