Faltan condiciones para incrementar la participación femenina en el mercado laboral: IMCO
Aunque la cantidad de trabajadoras en el mercado laboral en México ha aumentado a lo largo de los últimos años,, la proporción de mujeres en edad de trabajar que deciden participar activamente en la economía ha incrementado en menos de 5 puntos porcentuales y sigue siendo más de 30 puntos porcentuales menor que la tasa de participación laboral de los hombres.
De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), aún en sectores donde las mujeres tienen un peso elevado en la fuerza de trabajo, su presencia no garantiza condiciones más equitativas en materia de ingreso.
El organismo advierte, en este sentido, que persisten retos tanto en materia de igualdad de ingresos como en las condiciones estructurales, como son la percepción de inseguridad, la falta de acceso a apoyos para el cuidado infantil y de adultos mayores, que representan obstáculos para generar incentivos que impulsen a las mujeres a entrar y permanecer en la fuerza laboral.
Señala que, en el segundo trimestre de 2022 la población ocupada incrementó 2.4 por ciento, equivalente a más de 1.3 millones de personas en comparación con el trimestre anterior.
Entre abril y junio de 2022, la generación de empleos fue mayor entre las mujeres. En comparación con el primer trimestre del año, la población ocupada femenina aumentó 3.7 por ciento y la masculina 1.6 por ciento.
Se sumaron más de 810 mil nuevos empleos para mujeres, mientras que para los hombres apenas se agregó medio millón. Con ello, la población ocupada femenina asciende a 22.9 millones y la masculina a 34.5 millones; y aportan 39.9 por ciento y 60.1 por ciento de la población ocupada, respectivamente.
Asimismo, expone el Instituto, la representación de las mujeres en la población ocupada ha aumentado en las últimas décadas, de tal forma que, actualmente hay 13.3 millones de mujeres más en la población en edad de trabajar (mayor de 14 años) en comparación con 2005, y en consecuencia se han sumado 7.6 millones de mujeres a la población ocupada durante el mismo periodo.
Sin embargo, entre 2005 y 2022 la participación laboral femenina -medida como la proporción de mujeres de 15 años o más que deciden trabajar o buscar empleo- se ha mantenido entre 40 por ciento y 45 por ciento. En contraste, la tasa de participación laboral masculina se ha mantenido en niveles superiores al 70 por ciento.
De esta forma, a pesar del incremento poblacional, la tasa de participación laboral de las mujeres no ha mostrado un incremento pronunciado, señala.
Distintas condiciones al interior del país
Aunque a nivel nacional la participación económica de las mujeres fue de 45.1 por ciento en el segundo trimestre del año, el panorama es diferente a lo largo del país.
Baja California Sur, Colima y Yucatán, los tres estados del país donde una mayor proporción de las mujeres es económicamente activa, reflejan un mayor progreso durante los últimos 17 años que el observado a nivel nacional.
Este avance se observa en Baja California Sur, donde la tasa de participación laboral femenina ha aumentado en 14 puntos porcentuales. En el segundo trimestre de 2005, sólo 42.6 por ciento de las mujeres mayores de 14 años decidían entrar al mercado laboral en el estado; en el segundo trimestre de 2022, 56.6 por ciento tomó la misma decisión.
Similarmente, en Colima la tasa de participación laboral en las mujeres (54.7 por ciento), ha aumentado en 6.5 puntos porcentuales desde el 2005; mientras que en Yucatán (52.8 por ciento), el incremento ha sido de 6.7 puntos porcentuales.
En contraste, en Querétaro -donde solo 39 por ciento de las mujeres participa en la economía- ha habido un retroceso de más de 4 puntos porcentuales en los últimos 17 años. En Chiapas también ha habido un retroceso de 1.3 puntos porcentuales, y es la entidad con la menor participación laboral femenina (32.9 por ciento).
Ante este panorama, el Imco menciona que los estados donde las mujeres muestran una mayor propensión a entrar al mercado laboral tienden a ofrecer mejores condiciones para facilitar que más mujeres entren, permanezcan y crezcan en la economía.
Factores como la percepción de inseguridad en el transporte público, los niveles educativos, la duración de las jornadas laborales y los permisos de paternidad, entre otros considerados en la medición del Imco Estados #ConLupaDeGénero, resultan en mayores incentivos para que las mujeres tomen la decisión de buscar o tener un empleo.
El impacto en diferentes sectores
En el segundo trimestre de 2022, los sectores donde las mujeres aportaron más de la mitad de la población ocupada fueron los servicios de salud, los educativos, los de hospedaje y preparación de alimentos y el comercio al por menor.
Además, las mujeres representaron entre 36 y 49 por ciento de la población ocupada en servicios financieros, corporativos, servicios profesionales, actividades gubernamentales, manufacturas, servicios inmobiliarios, información en medios masivos y servicios de apoyo a los negocios.
Por otro lado, en los servicios de esparcimiento, el comercio al por mayor, la generación y distribución de electricidad, gas y agua, las actividades agropecuarias, la minería, los transportes, correos y almacenamiento, y la construcción, las mujeres representaron menos de 30 por ciento de la población ocupada.
Sin embargo, la mayor presencia de las mujeres en ciertas actividades económicas no garantiza mejores condiciones laborales en comparación con sus pares hombres.
El Imco propone
El Imco indica que la participación de las mujeres tiene dos retos. A pesar de que, en 2022, hay un mayor número de mujeres participando en la economía -tanto por crecimiento demográfico como por un moderado incremento en las tasas de participación laboral-, son necesarias acciones a nivel estatal y sectorial.
En casi un tercio de los estados del país, expone, la proporción económicamente activa de las mujeres es menor a 45 por ciento, debido a una falta de condiciones para incentivar su incorporación al mercado laboral.
Además, aun cuando la participación laboral de las mujeres resulta en una mayor representación femenina en ciertos sectores económicos o en ciertos tipos de ocupación, su presencia no implica ingresos igualitarios.
Por ello, para avanzar en ese sentido, el Instituto propone:
Generar incentivos para que las empresas implementen políticas vida-trabajo como la flexibilidad de ubicación y horarios para toda la plantilla laboral, ya que además de incentivar la permanencia de mujeres en el mercado laboral, se promueven mejores condiciones de empleo entre los y las trabajadoras.
Desarrollar habilidades en relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (conocidas como STEM, por sus siglas en inglés) en las niñas y mujeres para que mejoren sus oportunidades en el mercado laboral. Las carreras STEM se asocian con habilidades que son cada vez más importantes y valiosas en el mercado laboral. Esto aumenta la probabilidad de que las mujeres alcancen empleos formales, que les ofrezca seguridad social y mejores ingresos, en un sector donde su participación es especialmente baja.
Incentivar la corresponsabilidad de cuidado en la primera infancia a través de permisos de paternidad extendidos, obligatorios e intransferibles para brindar las condiciones que permitan una distribución más equitativa en cuanto a las tareas del hogar y de cuidados.
Fuente: IMCO