Dos astronautas de la NASA queda atrapados en cápsula espacial
Los astronautas de la NASA Sunita Williams y Butch Wilmore, a bordo de la problemática cápsula Starliner de Boeing, podrían permanecer en el espacio hasta mediados de agosto debido a problemas técnicos que han impedido su regreso a la Tierra.
Williams y Wilmore llegaron a la Estación Espacial Internacional el 6 de junio, en el primer acoplamiento tripulado de la nave espacial de próxima generación.
La misión de prueba estaba programada para durar aproximadamente una semana, pero el desacoplamiento del Starliner se retrasó varias veces debido a propulsores defectuosos y una serie de pequeñas fugas de helio, que plantearon problemas de seguridad.
La NASA anunció que todavía está realizando pruebas para garantizar que la cápsula funcione correctamente. Aunque la agencia confía en que la nave sería segura para una evacuación de emergencia, los gerentes de la misión aún no están listos para programar su partida.
“Algunos de los datos sugieren optimismo, tal vez sea para fines de julio, pero simplemente seguiremos los datos paso a paso”, dijo Steve Stich, gerente del programa de tripulación comercial de la NASA, en una conferencia de prensa.
Stich agregó que la rotación rutinaria de la tripulación de la Estación Espacial Internacional a mediados de agosto es un final secundario de la misión para evitar el hacinamiento en órbita. Actualmente, la estación espacial está ocupada por una tripulación regular de siete personas, además de los dos astronautas del Starliner, y cuenta con suficientes suministros y recursos.
Los ingenieros están realizando evaluaciones en las instalaciones de prueba White Sands de la NASA en Nuevo México para solucionar los problemas con los propulsores y las fugas de helio.
Mark Nappi, vicepresidente y gerente del programa de tripulación comercial de Boeing, expresó su confianza en que el programa Starliner emergerá más fuerte a pesar de los problemas.
Los problemas continuos con el Starliner han afectado la reputación de Boeing, ya afectada por incidentes relacionados con la seguridad en su ala de aviación.
A pesar de los años de retraso y el sobrecosto de 1.5 mil millones de dólares, la misión del Starliner tenía la intención de ofrecer a la NASA una segunda alternativa de tripulación comercial privada para el transporte de astronautas, junto con la cápsula Dragon de SpaceX.
Si la misión de prueba concluye con éxito, las cápsulas Starliner, conocidas oficialmente como CST-100 (transporte espacial de tripulación), operarán seis vuelos adicionales de rotación de astronautas a la estación espacial como parte del programa de tripulación comercial de la NASA.
Desde la ISS, Wilmore comentó que él y Williams están disfrutando de su tiempo extra en el espacio y que no les preocupan los problemas técnicos.
“Este es el mundo de las pruebas. Este es un negocio difícil en el que estamos, los vuelos espaciales tripulados no son fáciles en ningún régimen, y ha habido múltiples problemas con cada nave espacial que se haya diseñado”, dijo.