Diputados buscan legislar sobre “mascotas comunitarias” en EdoMéx
Como un mecanismo para reducir los riesgos sanitarios y fomentar la cultura de respeto a los animales, el grupo parlamentario del Partido de Trabajo (PT) propuso que en el Estado de México se reconozca a las mascotas comunitarias para garantizar sus cuidados y protección, y que los gobiernos municipales creen un padrón para impedir que sean sacrificados.
La diputada Trinidad Franco recordó que jurídicamente los animales están reconocidos como seres sintientes con derecho al respeto, e indicó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registra que 57% de los mexicanos tiene mascotas, pero “se calcula que 30% de los perros tiene propietario, 30% es comunitario y 40% está en la vía pública”.
El Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), tiene un registro de 8.5 millones de canes en la entidad, de los que cinco millones viven en situación de calle, abandono, peligro y maltrato, la mayoría en municipios del Valle de México. La entidad estima que cerca de cinco mil perros y gatos son abandonados cada año.
El Diagnóstico Virológico del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM reconoce más de 140 enfermedades que los humanos pueden contraer a través del contacto con perros: rabia, toxoplasmosis, leptospirosis, sarna, dermatitis enfermedad de Lyme, cenurosis, entre ellas.
En tanto, el Instituto Nacional de Salud Pública reporta que la contaminación de suelos por heces fecales es la principal fuente de infección humana y las larvas que contienen son altamente resistentes a los efectos del ambiente, por lo que pueden sobrevivir incluso años en espera de un “portador”. Cuando se secan o pulverizan viajan en el aire y pueden ocasionar conjuntivitis (inflamación de la conjuntiva en los ojos) o adherirse a la comida que se consume en la vía pública ocasionando salmonelosis o infecciones parasitarias.
Además, se estima que una hembra puede tener en promedio entre 5 y 6 cachorros en un parto, y puede quedar preñada hasta dos veces al año, con la posibilidad de que sus cachorros vivan en la calle, multiplicando el círculo vicioso.
El crecimiento desmedido de la población canina en la vía pública, dijo, también aumenta el número de agresiones a la población, especialmente en épocas reproductivas en las que se agrupan recobrando su instinto de manada.
No obstante, refirió que existen situaciones peculiares en que los animales domésticos que deambulan libremente por espacios públicos son cuidados y alimentados de manera voluntaria por la comunidad, quien se organiza también para su esterilización y atención veterinaria, aunque pueden ser confundidos con perros callejeros, perdidos o abandonados, y son susceptibles de maltratos y de captura para su sacrificio.
Pese a los efectos adversos, indicó que una mascota comunitaria puede ser benéfica porque crea arraigo, fomenta la cultura del respeto a los animales, protege y alerta a los vecinos sobre posibles amenazas. Por ello, añadió, su regulación traería resultados positivos en materia de salud y responsabilidad compartida.
La iniciativa de reforma al Código para la Biodiversidad del Estado de México fue turnado a las comisiones unidas para su análisis y posterior dictamen.