Cómo detectar a un joven incel y qué hacer para apoyarlo, según expertos

Un reciente estudio británico advierte que los jóvenes que se identifican como incels (célibes involuntarios) necesitan acompañamiento psicológico más que castigos, ya que muchos atraviesan sufrimiento emocional profundo.

¿Qué es un incel?

El término proviene de “involuntary celibate” y se refiere a personas que desean relaciones románticas o sexuales, pero sienten que no pueden alcanzarlas por razones externas. Con el tiempo, esta identidad ha sido apropiada por comunidades en línea con discursos de victimización, resentimiento y misoginia.

Indicadores de alerta

Los especialistas identifican varias señales que pueden indicar que un joven está adoptando esta narrativa:

  • Quejas constantes por la falta de éxito amoroso o afectivo.

  • Expresiones de ira, resentimiento o hostilidad hacia las relaciones y hacia las mujeres en general.

  • Retiro social, aislamiento prolongado y dificultad para hacer amigos o mantener vínculos afectivos.

  • Autoestima muy deteriorada, sentimientos de inutilidad, depresión o ansiedad persistente.

  • Participación activa o consumo frecuente de foros, grupos o comunidades digitales donde se difunden discursos misóginos o de odio disfrazado de queja.

  • Uso de un lenguaje radicalizado, con justificaciones que atribuyen el fracaso afectivo a factores fuera de sí mismo.

Los expertos insisten en que estas señales no equivalen automáticamente a violencia, pero alertan sobre riesgos de escalada si no se interviene a tiempo.

Qué hacer para acompañar

Para prevenir que este malestar se convierta en radicalización o violencia, los expertos proponen:

  1. Escucha sin juicio
    Es importante que el joven pueda expresar su frustración y malestar sin sentirse atacado o condenado.

  2. Orientación hacia ayuda profesional
    Facilitar el acceso a psicólogos, terapeutas o centros de salud mental. Muchos de estos jóvenes presentan trastornos psicoemocionales que requieren atención especializada.

  3. Desarrollo de habilidades socioemocionales
    Trabajar en la autoestima, autocontrol, expresión de emociones y estrategias saludables para manejar frustraciones afectivas.

  4. Ofrecer nuevas narrativas y modelos
    Invitar a cuestionar estereotipos de género, expectativas románticas rígidas y visiones extremistas, mediante lecturas, talleres o diálogo basado en evidencia.

  5. Ampliar su red de apoyo
    Activar vínculos familiares, amistades o grupos sociales que puedan ofrecer contención y comprensión, disminuyendo el aislamiento.

  6. Vigilancia y prevención de conductas de riesgo
    Estar atentos a señales de violencia, ideaciones autodestructivas o amenazas hacia otros. En casos extremos, se debe intervenir de manera urgente y profesional.

Contexto de casos recientes

Este tema cobra relevancia tras hechos alarmantes, como el ataque ocurrido en el plantel Sur del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM. En ese caso, el agresor habría manifestado simpatía con ideologías incel y publicado sus intenciones en foros digitales antes del acto violento.
El suceso ha generado alarma sobre cómo ciertas comunidades en línea pueden actuar como catalizadores de violencia cuando la frustración, la depresión y la radicalización se unen.

Reflexión final

El fenómeno incel no debe verse como un delito en sí mismo, sino como una expresión de un malestar profundo en jóvenes que demandan reconocimiento afectivo y social. Atenderlo implica políticas públicas de salud mental, educación emocional en escuelas, regulación ética de plataformas digitales y formación de redes de contención. Sólo así puede reducirse el riesgo de que un joven atrapado por la soledad y la ideología del odio termine protagonizando tragedias evitables.