Las intensas precipitaciones recientes en varias regiones de México han dejado un saldo devastador: 64 personas perdieron la vida y 65 continúan desaparecidas, según informes preliminares. Las lluvias han provocado deslaves, inundaciones y derrumbes que afectaron comunidades vulnerables.
Las autoridades locales y federales han desplegado equipos de rescate y atención de emergencias para buscar a los desaparecidos y brindar auxilio a quienes quedaron aislados o damnificados. Además, se estima que cientos de viviendas resultaron dañadas o destruidas.
Ante esta situación crítica, diversos gobiernos estatales han declarado alertas en las zonas más afectadas y se han activado los protocolos de protección civil. Se pide a la población mantenerse informada, evitar circular por zonas inundadas y apoyar con donaciones de agua, alimentos y artículos de primera necesidad.