El presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, ha elevado drásticamente el tono en la confrontación con Venezuela al anunciar que las Fuerzas Armadas estadounidenses iniciarán «muy pronto» operaciones militares
por tierra para «detener» a los presuntos narcotraficantes que operan desde la nación sudamericana.
El aviso fue dado durante una llamada de Acción de Gracias con militares desde Florida, donde el mandatario aseguró que las operaciones en el mar ya han sido un «éxito» y que ahora el foco se moverá al terreno.
«Probablemente han notado que las personas ya no quieren entregar (las drogas) por mar, y empezaremos a detenerlos por tierra. Además, por tierra es más fácil, pero eso va a comenzar muy pronto», declaró Trump a los elementos del Ejército, añadiendo una advertencia directa: «Les advertimos de que dejaran de enviar veneno a nuestro país».
Justificación de los Ataques y Éxito Naval
Trump no ofreció detalles sobre la naturaleza o el alcance específico de estas inminentes acciones militares en territorio venezolano, pero sí dedicó tiempo a destacar la efectividad de los ataques aéreos y navales que Estados Unidos ha llevado a cabo recientemente en el Caribe y el Pacífico.
Según el mandatario, desde el 1 de septiembre, las fuerzas estadounidenses han destruido más de
20 lanchas supuestamente ligadas al narcotráfico, la mayoría procedentes de Venezuela, resultando en la muerte de más de
80 personas.
El jefe de Estado justificó esta agresiva política al señalar que los supuestos narcotraficantes de Venezuela «están mandando su veneno a Estados Unidos, donde matan a miles de personas al año».
«Ya hemos detenido el 85 % (del flujo) por mar,» indicó Trump, resaltando que la casi interrupción del flujo marítimo es lo que obliga ahora a las fuerzas a concentrarse en las vías terrestres.
Clima de Alta Tensión entre Washington y Caracas
Las declaraciones del presidente se producen en medio de una
creciente y marcada escalada de tensión entre Washington y el régimen de Nicolás Maduro en Caracas.
Solo en las últimas semanas, Estados Unidos ha tomado varias medidas significativas:
- Despliegue Naval: Desde el 16 de noviembre, el portaaviones USS Gerald R. Ford, el mayor de su clase, fue desplegado en el Caribe, intensificando la presencia militar en la región.
- Designación Terrorista: El pasado lunes, Estados Unidos declaró formalmente como organización terrorista al Cartel de los Soles, un grupo que vincula directamente con el gobernante venezolano, Nicolás Maduro.
- Demostraciones de Fuerza Aérea: El mismo lunes, la Fuerza Aérea estadounidense reveló que aviones bombarderos B-52H realizaron demostraciones de poder en el Caribe.
A pesar de la retórica agresiva y la movilización militar, Trump ha mantenido una postura dual. Si bien ha anunciado ataques terrestres, ha insistido previamente en que aún no ha tomado la decisión final de bombardear infraestructura en Venezuela o de atacar directamente a Maduro. De hecho, el martes había manifestado que «podría hablar para salvar muchas vidas» con el líder venezolano, un diálogo que el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, había calificado como «bienvenida».
La confirmación de las operaciones terrestres, sin embargo, marca un hito peligroso en la estrategia de la Casa Blanca, abriendo la puerta a una intervención directa que podría desestabilizar aún más la ya volátil situación política y militar en la región.
