Texas refuerza muro fronterizo antes de la asunción de Donald Trump

De cara a la inminente asunción de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero, el gobernador de Texas, Gregg Abbott, anunció una serie de nuevas medidas migratorias.

Tal como detalló Abbott en su cuenta de X, autoridades migratorias del estado instalan fortificaciones fronterizas adicionales, alambre de púas y nuevas vallas, a lo largo de la frontera texana con México.

«Los incansables esfuerzos de Texas bajo la Operación Estrella Solitaria son muy eficaces para disuadir la inmigración ilegal», dijo el gobernador en la publicación web y agregó que gracias a la seguridad fronteriza de su gestión se logró reducir en un 87 por ciento los cruces fronterizos ilegales.

Además, en otro posteo reciente en su cuenta de la red social, el gobernador del Estado de la Estrella Solitaria compartió imágenes de una grúa en plena «construcción del muro fronterizo continúa en el condado de Maverick».

«La Operación Lone Star brinda la protección que los tejanos y los estadounidenses necesitan, y merecen, debido a la crisis fronteriza del presidente Biden«, escribió Abbott en el posteo.

La preocupación de una ciudad fronteriza de Texas ante el regreso de Trump

No obstante, más allá de la clara postura a favor de las políticas migratorias que promete el presidente electo Trump por parte del gobernador Abbott, hay una ciudad fronteriza de Texas que mira con preocupación la inminente llegada del republicano al poder.

Se trata de Eagle Pass, una región fronteriza con la ciudad mexicana de Piedras Negras, Coahuila, donde la comunidad inmigrante recibe con preocupación la llegada del nuevo gobierno.

En una entrevista con Telemundo, Julio Vázquez, pastor de la iglesia luterana de San Lucas, calificó las leyes de detención propuestas por Trump como «anticristianas» y expresó dudas sobre el plan de deportaciones masivas. Un residente de Texas, cuyos abuelos llegaron al estado en la década de 1880, afirmó: «Me avergüenza lo que está pasando. Están tratando a los seres humanos como animales; esta ciudad no es así, siempre hemos sido acogedores».

Durante el gobierno del demócrata Joe Biden, aproximadamente 8 millones de inmigrantes ingresaron a Estados Unidos, de los cuales el 60 por ciento (5 millones) eran no autorizados.