El hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, Ovidio Guzmán López, ya forma parte del programa de testigos protegidos del gobierno de Estados Unidos, y su hermano Joaquín Guzmán también se integrará próximamente, así lo informó Mike Vigil, exdirector de operaciones internacionales de la DEA.
Ambos deberán cumplir aún entre 15 y 20 años de prisión antes de obtener su libertad bajo nuevas identidades. A cambio, colaboran con la Fiscalía para llevar a juicio a Ismael «El Mayo» Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa y una de las figuras clave del narcotráfico global.
“Las fiscalías de Nueva York y Chicago redujeron los cargos más severos contra los hermanos Guzmán con el objetivo de utilizarlos como testigos clave en el proceso contra Zambada”, explicó Vigil.
La meta de los fiscales, dijo, es probar más allá de toda duda razonable la culpabilidad de El Mayo, quien, pese a su edad y estado de salud, aún podría ser absuelto si los testimonios no resultan concluyentes.
Según Vigil, la decisión de Ovidio de colaborar se dio tras aceptar un acuerdo con las autoridades estadounidenses que le permitiría salir de prisión a los 50 o 55 años. Parte del trato consistía en convencer a su hermano Joaquín de entregarse, lo que derivó en una operación aún más audaz: el presunto secuestro de El Mayo Zambada.
De acuerdo con Vigil, Joaquín Guzmán, habría forzado al capo de 77 años, a abordar un avión rumbo a Estados Unidos hace casi un año. «Todo fue financiado por el propio Joaquín, sin recursos del gobierno estadounidense«, afirmó.
Como parte del acuerdo, el gobierno estadounidense eliminó cargos contra Ovidio que implicaban cadenas perpetuas, incluso ignorando su liderazgo en una organización designada como terrorista. A Joaquín se le retiró la posibilidad de enfrentar la pena de muerte.
Además, Estados Unidos trasladó a 17 familiares de Ovidio —incluida su esposa e hijas— como medida de protección ante posibles represalias en Sinaloa. «Nunca vi algo así en mis más de tres décadas en la DEA«, subrayó Vigil.
Ambos hermanos tuvieron que entregar declaraciones juradas detalladas sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa, y se espera que los testimonios de Joaquín complementen la versión escrita de Ovidio.
Una vez cumplidas sus condenas, los Guzmán recibirán nuevas identidades y serán reubicados en zonas alejadas de la influencia del cártel. El programa incluye documentos falsos, vivienda y apoyo económico temporal.
Sin embargo, Vigil advirtió que alrededor del 17% de quienes ingresan al programa de testigos protegidos en EE.UU. reinciden en actividades delictivas.