El sistema educativo mexicano enfrenta un nuevo desafío: la matrícula total de estudiantes cayó en 438,700 alumnos durante el ciclo escolar 2024-2025, según datos oficiales de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La cifra representa una reducción del 1.26 % respecto al ciclo anterior, al pasar de 34.8 millones de estudiantes en 2023-2024 a 34.4 millones en el último periodo.
El impacto fue más fuerte en las escuelas públicas, donde la matrícula bajó de 29.2 a 28.8 millones de estudiantes, una contracción del 1.6 %. En contraste, el sector privado mostró un ligero crecimiento, con un alza de 5.5 a 5.6 millones de alumnos, equivalente a 0.5 %.
La reducción fue más notoria en educación inicial, preescolar y primaria, niveles que concentran la mayor parte de los niños en edad escolar.
De manera paralela, organizaciones civiles estiman que casi un millón de estudiantes abandonaron sus estudios en este ciclo escolar, la mayoría en media superior. Entre las principales causas se encuentran la pobreza, la necesidad de incorporarse al trabajo, problemas de inseguridad y el rezago derivado de la pandemia.
Paradójicamente, mientras la matrícula se redujo, el número de docentes aumentó: pasó de 2.15 a 2.18 millones de maestros, un crecimiento del 1.24 %.
Especialistas advierten que la caída en la matrícula escolar pone en riesgo el futuro del país, pues implica menos jóvenes con formación académica suficiente para integrarse a la economía del conocimiento. Asimismo, destacan que la pérdida en el sistema público refuerza las desigualdades entre quienes pueden pagar una escuela privada y quienes dependen de la educación pública.
El gobierno federal asegura que sus programas de becas, expansión de universidades y apoyos sociales buscan revertir la tendencia; sin embargo, expertos insisten en que la estrategia debe centrarse en atacar de raíz la pobreza, la desigualdad y la violencia que siguen expulsando a miles de estudiantes de las aulas.