Un avance médico sin precedentes está revolucionando el mundo de la genética y la reproducción asistida.
Ocho bebés nacieron sanos en el Reino Unido gracias a una técnica pionera de fecundación in vitro (FIV) que involucra el uso de ADN de tres personas. Este procedimiento, diseñado para evitar enfermedades hereditarias graves, marca un antes y un después en la medicina moderna.
El tratamiento, aprobado por el Reino Unido en 2015, busca frenar la transmisión de enfermedades mitocondriales. Estas son trastornos genéticos raros, pero devastadores, que afectan a una de cada 5,000 personas. Entre sus síntomas se incluyen ceguera progresiva, diabetes y atrofia muscular, sin cura disponible actualmente.
La técnica combina el óvulo de la madre, el esperma del padre y una pequeña cantidad de ADN mitocondrial sano donado por una tercera mujer. Aunque a estos bebés se les ha llamado popularmente «bebés de tres padres», los científicos aclaran que solo el 0.1% del ADN del menor proviene de la donante. Aun así, este pequeño porcentaje demostrando ser clave para impedir la transmisión de enfermedades.
De las 22 mujeres que participaron en el estudio en el Newcastle Fertility Centre, nacieron ocho bebés: cuatro niños y cuatro niñas. Todos ellos presentan entre seis meses y dos años de edad, y se encuentran en buen estado de salud general.
Los análisis realizados mostraron que en seis de estos niños se logró reducir entre un 95% y 100% el ADN mitocondrial dañado. En los otros dos, la reducción fue entre el 77% y 88%, cifras que se consideran seguras y por debajo del umbral de riesgo.
Uno de los pequeños presentó una alteración en el ritmo cardíaco, pero fue tratada exitosamente. Aun así, todos los bebés seguirán bajo observación médica por varios años para asegurar su desarrollo saludable.
Nils-Göran Larsson, un especialista en reproducción de Suecia, celebró el hito y afirmó que esta técnica representa una opción reproductiva “muy importante” para mujeres portadoras de mutaciones mitocondriales. En muchos casos, este tratamiento podría ser la única vía para tener hijos biológicos sin heredarles una enfermedad incapacitante.
Por su parte, el genetista de la Universidad de Oxford, Dagan Wells, destacó que aunque el procedimiento ha sido en gran parte exitoso, algunos bebés han presentado un fenómeno conocido como “reversión”. Este implica que el número de mitocondrias dañadas puede aumentar después del nacimiento, pese a que en el embrión se logró minimizar.
El nacimiento de estos ocho bebés no solo es un logro médico, también abre un debate ético en el campo de la genética. ¿Hasta dónde debe llegar la intervención científica en la reproducción? ¿Qué implicaciones sociales y morales acarrea el uso del ADN de tres personas para crear una nueva vida?
Por ahora, lo cierto es que la ciencia dio un paso firme hacia un futuro donde muchas enfermedades hereditarias podrían evitarse antes de nacer. Y estos ocho niños, libres de su carga genética, son el testimonio vivo de que ese futuro ya comenzó.